A diferencia de otros tipos de duelo, como el de padres, hermanos u otros seres queridos, el que se vive por la pérdida de la pareja tiene elementos que lo hacen peculiar, pues se está perdiendo a alguien por el que se tomó la decisión de acompañar y con el cual compartir la vida y no como resultado del azar. Por ello se debe volver a aprender a continuar, aunque al principio parezca imposible.
Se acerca el Día de San Valentín y al igual que cuando llegan las fiestas decembrinas, el Día de la Madre y otras tantas festividades, el 14 de febrero también puede llegar a tener varias y distintas connotaciones para las personas. El celebrar las relaciones de pareja y el amor romántico al rededor de una persona que haya perdido al amor de su vida puede aumentar su dolor y hacerles enfrentar el duelo de San Valentín.
Sin embargo este duelo puede hacerse más llevadero en compañía de personas con las que se tengan relaciones o lazos sinceros y fuertes, y especialmente será importante en esta fechas. Aún y cuando sea imposible pasar el Día de los Enamorados con la persona a la que se ama y se ha adelantado en el camino, alguien con quien pasar el tiempo, entretenerse un poco y divertirse sanamente puede ayudar mucho a atravesar la situación del duelo de este día, como la compañía de la familia como los hijos, hermanos o padres, amigos y demás.
¿Cómo sobrevive el amor si la pareja muere? el amor va más allá de la vida, no desaparece, sino que trasciende y se hace indestructible. Saber superar una pérdida tan grande como el fallecimiento del amor de tu vida, aprender de nuevo a amar aún en la fe, pensar que su pérdida es sólo por un tiempo e intentar ser feliz hace de las personas seres más nobles.
No hay que olvidar que siempre vivirán en nuestro corazón.