Despedida Digna. El derecho a decir adiós humanamente.
Desde siempre se ha procurado honrar el hecho de la muerte como parte del proceso de la vida. Es algo inevitable, parte de nuestra esencia humana. A través de cultos, rituales, lugares memoriales, etc. se cumplen las expectativas del deseo de las personas de decir adiós y de darle un significado a esa partida y a la vida de quien nos deja.
A través de un ritual de despedida se permite expresar el dolor, dar espacio al agradecimiento y a la reflexión; se aporta contención y ayuda a las emociones desbordadas por una crisis vital y termina generando también efectos terapéuticos.
Una despedida digna entonces, sería incluir, respetar y honrar la vida de alguien de manera humana y decorosa al momento de su muerte, tanto de manera física y espiritual. Despedirse nos permite honrar y homenajear la vida, la memoria y el recuerdo que atesoraremos de quien nos dejó, es demostrar lo importante que fue y lo que seguirá siendo.
Realizar una despedida resulta en un homenaje de gozo a la dignidad de quien nos ha dejado y una responsabilidad para quienes nos quedamos, que hemos acatado desde lo individual y hasta lo colectivo. Porque aquel que se fue, fue alguien, seguirá siendo alguien y aún en su muerte tiene dignidad. Su vida continua en otra dimensión, en otro lugar.
En estos tiempos de pandemia, a nivel mundial, donde nos faltan los abrazos, los besos, las manos tendidas y nos sobran las medidas de seguridad que nos obligan a guardar distancia, nos hemos vuelto más sensibles y vulnerables, vemos de cerca lo importante de decir adiós y tan lejos todo el protocolo que con normalidad veníamos haciendo antes. Sin embargo, aún en tiempos pasados, encontramos casos de quienes llevar a cabo una despedida digna para su ser querido se torna difícil, ya sea por carencias económicas, situaciones de abandono, de distancia, legales u otra índole, tal es el caso de asilos de ancianos, casas hogar, personas mayores solas o en situación económica precaria.
Grupo Mausoleos en su compromiso como Guardian de Recuerdos abraza dentro de su filosofía el concepto de Despedida Digna: que contempla que así como todos tenemos el derecho a una vida digna, también lo tenemos para la muerte; llegando al final de nuestro camino en paz, acompañado y contenido celebrando lo valioso que ha sido vivir. Nuestra responsabilidad es preservar y difundir este principio, así como ayudar a quienes sufren dificultades para tenerlo.
Porque honrar la identidad y la memoria de las personas que han partido, es darle importancia a su existencia, hacerlos parte de la nuestra y resguardarlos a través del tiempo para que, permanezcan vivos para siempre.
