"Te enseñaré a valorarte, mi niño, te haré ver que eres digno de este mundo, que puedes alcanzar tus sueños porque tus pies son fuertes y tu mente libre para subir cualquier cima, para tocar con los dedos cualquier estrella. Te enseñaré humildad, hijo mío, pero también la grandeza de esos corazones que saben respetarse a sí mismos."
Hoy, Día Universal del Niño, queremos enfatizar la importancia de fortalecer el auto-estima de nuestros niños, pues el mejor legado que podemos dejarle a nuestros niños es el amor a uno mismo, pues es el punto de partida del crecimiento de su persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia. Sabemos que cuando uno se ama a sí mismo, la desaprobación de alguien no es algo que nos desanime. Sin embargo, no sucede lo mismo en el caso de los niños.
Es así como una crianza y una educación en la cual esté presente la desaprobación y esa crítica que a veces les dirigimos a los niños pensando que de este modo les enseñamos "como es la vida", sólo resultará en una autoestima débil, una percepción de sí mismo sin amor que cuando ese niño se convierta en adulto, vivirá dependiendo de todo aquello que los demás digan o hagan.
No resulta fácil fomentar el buen auto-concepto y saludable que todo niño debería empezar a construir desde pequeño. No lo es en primer lugar por una razón muy sencilla: si papá y mamá no se valoran a sí mismos, sembrarán de debilidades e inseguridades el corazón de sus pequeños.
Hoy, con la intensión de concientizar sobre la importancia del amor que le damos a nuestros niños y de su derecho innato a una vida llena donde, nosotros como sus guías, les demos las herramientas necesarias para alcanzar sus sueños, Grupo Mausoleos queremos darte algunos consejos para asegurar un legado que les brinde un sano crecimiento tanto físico como mental.
Es importante que inviertas en tu bienestar, en tu salud emocional, en tu crecimiento personal. Si tú eres feliz, darás felicidad. Y si sabes dar felicidad, darás al mundo hombres y mujeres fuertes.
El juego simbólico, es una gran estrategia mediante la cual empezar a introducir valores en los niños. Una forma sencilla de conseguirlo es mediante muñecos, así puedes crear historias como: "A Pablo le dicen en la escuela que es feo y torpe, ¿Qué le dirías tú para ayudarle?, "Y si tú fueras Carlos… ¿Qué pensarías? ¿Cómo reaccionarías? ¿Creerías de vedad que eres torpe sólo porque te lo dice otro niño?"
Corrige desde el refuerzo positivo
Saber corregir a nuestros hijos es un arte que no todos los padres disponen. Comúnmente, caemos en el error de apuntar los errores de nuestros hijos desde la incomprensión y el miedo y recurrimos a frases como: "De nuevo haz roto otro vaso, eres un mal niño" o " Has reprobado el examen porque no eres bueno para estudiar, tu hermano es más aplicado que tú".
El refuerzo positivo en la corrección se basa en saber indicar al niño qué ha hecho mal y cómo puede hacerlo mejor, jamás se hacen comparaciones y se transmite al pequeño confianza en sí mismo: "Sé que te has equivocado, pero confío en ti y sé que lo vas a hacer bien".
Algo que deberíamos saber es que en muchas ocasiones, determinadas palabras, frases y adjetivos en principio bien intencionados, no resultan útiles a la hora de trabajar la autoestima. Expresiones como "tú eres el más guapo", "eres el niño más listo del mundo" en realidad a ellos no les sirven.
El refuerzo enriquecedor, aquel que favorece la autoestima y que ayuda al pequeño a valorarse positivamente a sí mismo, requiere que sea sincero, lógico, ajustado y ante todo real.
- Por ello, es esencial que personalices: "eres un niño responsable, y te amo por cómo eres, sé que vas a conseguir lo que te propongas porque sabes esforzarte, y aunque a veces te equivoques, estaré ahí para ayudarte".
- Sé objetivo en las valoraciones y haz que estas les sean útiles: "Me gusta tu dibujo, aunque creo que este color hubiera quedado mejor ¿Tú que opinas?"
Para fomentar su autoestima es vital que el niño tenga responsabilidades y que aprenda poco a poco a ser autónomo, de este modo, se sentirá orgulloso de sus logros.
No obstante, la autonomía estará siempre en relación con sus capacidades y en cómo nos demuestra que es capaz de asumir con éxito ciertas responsabilidades.
Esto nos lo irá demostrando con el tiempo, ahí donde nosotros haremos de hábiles facilitadores, de sabios progenitores que saben cómo y de qué manera ofrecer alas, pero construyendo a su vez, fuertes raíces.